Ambiente de Aprendizaje

Discapacidad
Visual

Factores a considerar en el desarrollo de las clases:

  • La relación del docentes y de los compañeros con el niño o niña con debilidad visual debe ser lo más natural posible, favoreciendo la interacción e integración al grupo.
  • Evaluar la distribución de mobiliario y de los objetos en el piso del salón (mochilas, alteros de libros, materiales, cajas, etc.), para evitar que algo interfiera el paso del niño o niñas con ceguera.
  • Procurar no alterar la distribución del mobiliario en el aula, para no desorientar al alumno(a) con debilidad visual, que hacen un “mapa mental” de sus espacios cotidianos.
  • Las puertas de acceso siempre deberán estar completamente abiertas o cerradas, ya que en posiciones intermedias confunden al niño o niña y pueden provocar situaciones inseguras.
  • Evitar desorden o cambio de la ubicación de materiales tanto los del propio del niño o niña con ceguera como de los de uso común, a fin de favorecer siempre la socialización autónoma del niño o niña.

 

  • Asegurar que el niño o niña con debilidad visual disponga de un espacio suficiente para realizar de sus tareas escolares.
  • Proveer aprendizajes básicos que le permitan desarrollar autonomía e independencia, para que alcance un desarrollo acorde a su edad.
  • Evitar la sobreprotección que pudiera ejercer algún compañero(a).
  • Brindar al niño o niña los medios de expresión adecuados que permitan una comunicación con las demás personas, y estimular que se comunique dentro y fuera de clase.
  • Situar al alumno(a) en las primeras filas y cerca del docente para que escuche  claramente, y así pueda captar detalles que en una zona más lejana del salón podrían perderse con otros sonidos del ambiente.
  • Leer o decir en voz alta las explicaciones que se anoten en el pizarrón, y procurar ser muy específico en ellas, para que el niño o niña con ceguera se haga una representación mental precisa de lo que debe hacer.
  • Todas las explicaciones de los temas deberán ser muy descriptivas, proporcionando la mayor cantidad de detalles posible.
  • Evitar el uso de palabras y gestos como: “aquí” o “ahí” porque no dicen nada a las personas con ceguera. Deben ser usarse indicaciones verbales precisas como a tu derecha, a tu izquierda, arriba, enfrente a la altura de tu cintura, etc.

  • Adaptar materiales, métodos y espacios para favorecer la captación de información suficiente para el aprendizaje de los contenidos y la participación activa en las actividades dentro de clase.
  • Procurar actividades que ayuden al niño o niña a desarrollar la coordinación y motricidad gruesa.
  • Cuando las actividades se basen en materiales o experiencias mayormente visuales (por ejemplo, la visitas a museos u observaciones en excursiones) conviene que el maestro anticipe la experiencia que podría tener el niño o niña con ceguera, para diseñar y planear adaptaciones que permitan recibir información a través de los otros sentidos.
  • La utilización de palabras como: ver, mirar u observa deben ser usadas con toda naturalidad, ya que su uso es parte importante del vocabulario del niño con debilidad visual para comunicarse con otras personas, y las utilizará para connotar sus métodos de ver, ya sea tocando o mirando de cerca.
  • Procurar, siempre que las circunstancias lo permitan, que el niño o niña con ceguera toque y manipule los objetos y materiales que intervienen en la explicación, para que pueda hacerse una imagen mental más detallada de cada uno.
  • Facilitar la utilización de sistema de lectoescritura braille.
  • Recompensar el esfuerzo y los logros conseguidos en cada tarea.

Adaptaciones en los elementos del currículo:

En la metodología para la enseñanza-aprendizaje y evaluación, conviene poner especial atención a lo siguiente:

  • No olvidar contextualizar: conviene preguntar al niño o niña lo que sabe del tema al iniciar la clase.
  • Diseñar actividades de acuerdo al ritmo y formas de aprender del alumno(a) con debilidad visual.
  • Considerar en general de tiempo extra para el niño o niña con ceguera, cuando realicen las mismas actividades que sus compañeros.
  • Planear para que realice las actividades educativas en la misma sesión que el resto de sus compañeros.
  • Permitir que la niña o niño con ceguera ejerza de guía de otro compañero, menos competente en tareas específicas, para favorecer su autoafirmación y su sentido de autonomía.
  • Procurar que la niña o el niño con ceguera alterne el trabajo individual con el trabajo en grupo.
  • En las actividades que implican coordinación general del cuerpo, motricidad gruesa o coordinación viso-manual, niños y niñas con debilidad vidual pueden necesitar que se adapte el grado de dificultad de las actividades, o que pueda contar con una persona que le guíe, para que se sienta más seguro en sus  movimientos.

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